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domingo, 29 de agosto de 2010

Sobre si nos conviene ser moralmente buenos


 Interés individual y moralidad
En nuestro actual mundo donde la sociedad es bombardeada día a día por sistemas de información y una neblina de materialismo, cubre la visión moral y ética de todos y cada una de los que integramos la comunidad mundial, se destaca el hecho de que incluso las normas morales y el código de ética, conceptos que son universalmente reconocidos y aceptados hoy en día, son para muchos herramientas que bajo las circunstancias adecuadas se pueden utilizar para beneficio propio o de los seres mas allegados a nosotros.
Es importante destacar que la moral ha sido considerada la piedra angular que sostiene y una las bases fundamentales para la adecuada y aceptada convivencia social.
En este artículo se destaca el como se puede manipular a la sociedad aparentando una correcta moral para lograr un fin determinado cuando bajo esta condición el verdadero trasfondo se reduce a ser totalmente inmoral: es decir, si se cumplen todas las reglas morales por un interés, en consecuencia se es inmoral en absoluto.
Racionalidad moral y racionalidad económica
En el siguiente capitulo el autor Pedro Francés Gómez, afirma que si es aceptable el contractualismo como una filosofía moral, y que el agente moral no es un maximizador a largo plazo por los siguientes aspectos relevantes que el destaca, respeta las reglas y sus principios legítimos, aunque por otros puntos que el autor menciona, dice que ser racional no es ser un maximizador a largo plazo si no todo lo contrario, que viene siendo una persona moral.
 Cabe destacar que los resultados no concluyen, opina que es racional ser moral por un auto interés, y todo esto pareciera que quisiera decir que el agente moral esta mucho mejor que el agente maximizador pero si nos dirigimos al argumento, el agente económico, muestra de una forma que es económicamente racional ser un agente moral, viene siendo maximizador a largo plazo, es decir que seria todo un engaño.
Aquí es donde se incorporan la persona escéptica (que no cree en todo), y nos lleva a dos momentos fundamentales los cual se puede desafiar el argumento por los siguientes aspectos, en el primer momento llega cuando el escéptico afirma que el argumento es posible de justificar.
Esto quiere decir que el agente moral si es el maximizador a largo plazo, en cambio, en el segundo momento el escéptico puede desafiar los argumentos de la persona moral cuando lo este aplicando a su vida diaria.
Con esto el autor llega a la conclusión de que en el primer momento, el escéptico pasa por alto la participación de excelente racionalidad de una forma que no es concluyente sus críticas sobre el argumento. En el segundo momento lo que hace es afirmar como un hecho que hay agentes que creen que la moral esta justificada y mostrar que seria fácil para otras personas aprovecharse de su “simplicidad”. Entonces la persona escéptica trae de nuevo la cuestión con la cual el autor comenzó el ensayo: ¿es el agente moral el más hábil maximizador a largo plazo, o el más completo estúpido?
Desde tal punto de vista el autor afirma que su mejor respuesta al desafío planteado por el escéptico es que la moralidad bien entendida, es la mejor estrategia a largo plazo. En este sentido e agente moral puede alcanza con mas claridad la felicidad, en cambio el agente económico, por muy hábil que sea, esta puede ser una cadena que liga sus decisiones y acciones con el resultado a obtener.
Entonces si según resultados, ¿una moral bien entendida, es la única garantía a la felicidad, y el agente económico es el puro maximizador? Si es así el agente económico vive el momento, y siempre va a buscar un auto beneficio utilizando a su medio.

REALIZADO POR:
                                  Fernández, Víctor C.I: V- 19.921.493
Carmona, Freddy C.I: V- 19.696.104
Arias, Karen C.I: V- 20.350.642
Parra, Eugenio C.I: V- 16.822.880

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